Por si no te has enterado, ya estamos en verano. Que lleves un mes asándote a sol y sombra y visitando urgencias con cierta asiduidad a causa de deshidrataciones varias, es pura casualidad. Ahora viene lo bueno. Prepárate.
Visto lo
visto, puede llegar a hacer tanto calor que ya no sé si de Madrid se va al
cielo o al infierno. Eso sí: con la llegada oficial del verano afloran los días
de vacaciones guardados como oro en paño. Ahora sí que hablamos de momento
“celestial”.