El verano ya llegó, ya llegó, ya llegó


Por si no te has enterado, ya estamos en verano. Que lleves un mes asándote a sol y sombra y visitando urgencias con cierta asiduidad a causa de deshidrataciones varias, es pura casualidad. Ahora viene lo bueno. Prepárate.




Visto lo visto, puede llegar a hacer tanto calor que ya no sé si de Madrid se va al cielo o al infierno. Eso sí: con la llegada oficial del verano afloran los días de vacaciones guardados como oro en paño. Ahora sí que hablamos de momento “celestial”.


Da igual que el plan sea practicar acochinamiento con los suegros, tus dos hijos y madre de las mencionadas criaturas en apartamento de 60 m2 en primera línea de playa. No importa si el pronóstico es coger un hotel cochambroso (a 20 minutos de coche para gozar del baño) sin ni siquiera terraza para colgar las toallas. Lo importante es irse. ¿Dónde y con quién? Da igual. Da igual.

Pues mira puedes ir al sur y ver cómo se lleva calzoncillo bajo el bañador o puedes ir al norte y quedarte pasmado al no encontrar chiringuito en el que saciar tu sed. Pepe no ha visto el careto de Brasero en su vida, sin embargo, para  Patxi tiene que ser un miembro más de la familia si quiere saber si armar el petate o no. Si eres de los que frecuentas una playa sureña sabrás que bien podría ser un campamento apache entre tanta carpa, paraviento y sombrilla. Y es que para “echar el día” conviene estar bien preparado. Si, por el contrario, lo tuyo es el norte debes saber que la playa se disfruta por fascículos. Un ratito por la mañana y otro a última hora de la tarde.



Hay playas en las que puedes estar tranquilo si dejas tus enseres al borde del mar. Otras en las que si no andas espabilaó, cuando te quieres dar cuenta la subida de la marea ha hecho que tu toalla del Decathlon viaje hasta Islas Mauricio. Aguas en las que puedes meterte con esponja, gel y champú para disfrutar del baño; aguas en las que solo meter la punta del pie hace que de tus pezones puedan colgar chaquetas de pana mojadas. Olas que te hagan dar un saltito gracioso a la par que estiloso, olas que acaben con tu integridad física y te hagan dar varias vueltas de tornillo bajo el agua. Después no es mucho mejor: bragas de bikini por los tobillos y atunes acicalados con diademas y gafas de sol de Sun Planet.

Y entre tanta diferencia que actúa como nexo de unión en todos los destinos playeros de esta nuestra tierra: el chuloplaya

Veamos los puntos principales de su look:



Vale que la imagen es de hace años… pero viendo las pintas poco nos importa si ha defraudado al fisco o no. Me parece mucho más importante saber qué significado tiene el rosario colgado al cuello. Sí amigo Cris, se ve que tenías dotes adivinatorias porque este verano te va a tocar hablar con tu Dios incluso desde la playa. A pesar de su aspecto es un ser indefenso para las féminas. ¿No te lo crees? Yo solo digo que está rendido a las madres de alquiler cuando se pavonea con churris despampanantes. Un año y pico después de dejarlo, Irina anunció que estaba embarazada. Ahí lo dejo.




Aquí os traigo una instantánea sencilla a la par que elegante. Si con CR7 hablábamos de cómo un detalle puede arruinar tu estilismo, en esta estampa precisamente es eso lo que echamos de menos. Cualquier cosa que distraiga la mirada y evite dirigirla al tanga azul. Recién sacada de nuestros maravillosos años 90, este buen caballero se enfrenta a su primer baño del verano (lo sabemos por su evidente color acelga). Una gesta que se verá interrumpida por un golpe de la niña del fondo con pala-oso panda y que obligará a nuestro amigo a volver a casa justo a la hora de comer. Lo sabe porque, por si no te has dado cuenta, lleva el reloj puesto.


Pues parece que este chuloplaya ha pillado. Eso o le ha pedido a su colega le haga una foto con la muchacha que reparte flyers con un 15% en las copas de Malibú Beach. Para la ocasión, decidió comprarle unas gafas de sol espejo al nigeriano que porta torre de sombreros en la cabeza haciendo un meritorio desembolso de 3 euros. Sí, la señorita decide meterse en el agua con los tacones, ¿para qué pensabas que era el círculo rojo? Me parece una alternativa muy valorable frente a los escarpines y puede ser muy práctico para buscar coquinas. Ya verás como los vea una percebeira loca por la moda…


La misión de cualquier chulo playa es conquistar, seducir enamorar. algo que nuestro amigo del bañador Speedo a rayas se toma muy pero que muy en serio. Un visionario de la moda de los bikinis de talle alto que se siente y se sabe rey del verano. Qué porte, qué estilo. Desgraciadamente no sabemos en qué playa está pero, por favor, si alguien de Greenpeace está leyendo esto que investigue y salve la extinción de las especies que tengan que ver como este sujeto se mete al agua.

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