Si es verdad que Walt Disney está congelado, puede que esté empezando a derretirse.
Ya lo decía
Darwin: evolución. Si quieres sobrevivir tienes que ser el más fuerte. Pues igual
lo mejor es aprovechar los cambios para desarrollarte junto a ellos.
Lo cierto es que los primeros sustratos lo tienen jodido. Además de llevar en el sitio que ocupan más tiempo que Matusalén, sobre ellos descansan todos los demás. A las niñas les gusta el rosa y a los niños el azul. Los cabezones prefieren los coches y las repipis las muñecas. ¿Qué quieres ser de mayor? Futbolista. Princesa. Por los siglos de los siglos, amén.
Lo cierto es que los primeros sustratos lo tienen jodido. Además de llevar en el sitio que ocupan más tiempo que Matusalén, sobre ellos descansan todos los demás. A las niñas les gusta el rosa y a los niños el azul. Los cabezones prefieren los coches y las repipis las muñecas. ¿Qué quieres ser de mayor? Futbolista. Princesa. Por los siglos de los siglos, amén.
Ya que estamos
hablando de niños, vamos a jugar al juego de las diferencias. Emplear bien
vuestro tiempo, puede que haya más de siete. ¿O no?
Para el humano,
el cambio suele ser malo. La fe mueve montañas pero el miedo es capaz de mover
cordilleras enteras en plena temporada de esquí. Es lo que hay. Vivir cerca del
fuego que nos brinda el hogar tradicional resguardados de los peligros externos
es, sin duda, muy cómodo. Fuera hace un frío de pelotas. Pues te animo a coger
el anorak de plumón de oca del perchero y salir a ver que hay fuera. Igual te
gusta. Todo cambia más tarde o más temprano. Evolución y progreso que gran
vendida institucional.
Los niños de
ahora no son los de antes. Pero los de antes tampoco querían ser como los de
ahora. Cada cosa tiene su tiempo y no es mejor lo pasado o lo que vendrá. Simplemente,
diferente. No es secreto que en LMVs nos gusta lo que se sale del molde. Nosotros
mismos somos diferentes pero no más que todos vosotros. ¿Qué forma tienen en
vuestra mente las tradicionales princesas Disney? Pues irla desechando porque
los tiempos, también, cambian para ellas. ¿Cuándo descongelamos a Walt?
Las princesitas
han salido de sus castillos y moradas varias. ¿Y dónde han ido? Algunas han
visitado los estudios de tatuajes y las tiendas más trasgresoras de la ciudad. Otras
han preferido soltarse la melena y probar suerte en el panorama musical
enseñando cacha. ¿Cuál prefieres? Yo me quedo con todas, ¡me encantan!
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