Queridos lectores Kilovitales, es un gusto para mi presentarles el primer cuento, de un nuevo colaborador, el señor Theophratus Bombastus von Hohenheim, que a partir de hoy publicará relatos sobre hechos historicos por él documentados y que se han mantenido opacos.
Ha tenido a bien aceptar mi invitación para que sea, este su blog, el medio para tan interesantes revelaciones.
Nikolái Kuźniewski era, verdaderamente, un tipo singular. La gran guerra asolaba europa central durante el verano de 1914, y las fuerzas alemanas impedían nuestro avance a las puertas de Tannenberg. Atrincherados a orillas del Jemiolowka, hacía ya un mes que no teníamos noticias del mando central y la situación devenía desesperada.
Lo único que mantenía el ánimo del regimiento eran las chanzas de Nikolái. Hasta que una tarde, durante una parodia que recreaba al Mariscal Hinderburg, una bala perdida le partiera el pecho. Rapidamente, me apresuré a tapar la hemorragia que manaba como un surtidor, pero éste, consciente de la gravedad de sus heridas, me apartó de un manotazo.
-Jan…Janusz, necesito que me hagas un último favor -sin apartar su mirada de la mía, extrajo del bolsillo de la pechera un sobre y lo deslizó sobre la palma de mi mano -házselo llegar y dile que la quiero…que la quiero mucho.
¡¡Tú y medio planeta!! -exclamé sorprendido al abrir el sobre, una vez que éste expiró, y encontrar una foto de Gisele Bundchen posando en bikini en la playa de Ipanema. Menudo cachondo.
Theophratus Bombastus von Hohenheim
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Menudo cachondo Nikolái y Theophratus Bombastus von Hohenheim (tendrá un diminutivo, digo yo).
ResponderEliminarPreguntele usted que a mi me da miedo...
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